El gobernador de Puebla, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, dio a conocer que la administración estatal de 2010, que fue encabezada por el exmandatario Mario Marín Torres, hoy preso por el delito de tortura cometido contra la periodista Lydia Cacho, endeudó las arcas estatales por 11.9 millones de pesos, que no fueron pagados a la Comisión Nacional del Deporte (Conade).
En rueda de prensa desde el CIS de Angelópolis, el titular del Ejecutivo poblano reveló que la gestión del exgobernador emanado del Partido Revolucionario Institucional (PRI) heredó a los poblanos un compromiso fiscal con la Federación. Aseguró que esa es la razón por la cual el estado no ha albergado ningún evento deportivo de relevancia mundial desde entonces.
Posteriormente, el gobierno estatal compartió a El Sol de Puebla que en junio de 2010 la Conade acordó con el gobierno estatal el envío de hasta 19.2 millones de pesos, esto para la construcción de un pabellón deportivo situado en la capital poblana.
No obstante, aunque no se precisó si el complejo deportivo se construyó o no, se indicó que el gobierno de Marín Torres estaba obligado a devolver a la Federación 11.9 millones de pesos, pues se trataba de la cantidad sobrante de recursos. Pese a ello, el Estado poblano no regresó el dinero y la Conade demandó el caso ante el el Juzgado Décimo de Distrito en Materia Civil en la Ciudad de México.
Y aunque dicha autoridad judicial determinó en 2015 que el gobierno estatal debía retornar esos recursos a la Federación, ningún gobierno, desde ese momento a la fecha, liquidó la deuda, dejando el compromiso fiscal para el erario.
Es importante recordar que los mandatarios, algunos electos por voto popular y otros asignados de forma interina o temporal, que omitieron subsanar la deuda heredada por el priista Marín Torres fueron Rafael Moreno Valle Rosas, José Antonio Gali Fayad, Martha Erika Alonso Hidalgo, Jesús Rodríguez Almeida, Guillermo Pacheco Pulido y Miguel Barbosa Huerta.
En ese tenor, Céspedes Peregrina defendió que es su obligación como mandatario dar a conocer los endeudamientos que atravesaron las gestiones pasadas, esto con la finalidad de subsanarlos y evitar un gasto mayor al erario poblano ante la eventual acumulación de intereses.
Apuntó, además, que es su responsabilidad explicar a la población las razones por las cuales se debe acotar el gasto en determinadas acciones, esto pese a que la deuda no la heredó su gobierno.