En un caso que ha generado gran impacto en Tehuacán, Puebla, Diana Rousse “N” está siendo investigada por presuntamente haber fingido su secuestro con el objetivo de interrumpir un embarazo.
El hecho, además de levantar un debate social, involucra posibles delitos como extorsión y simulación de un crimen, de acuerdo a medios locales.
El incidente comenzó el 29 de noviembre, cuando Diana fue reportada como desaparecida tras ser vista por última vez en la plaza comercial El Paseo. Según testimonios, ella ingresó sola al recinto, mientras que sus hijos y una niñera la esperaban a bordo de un taxi. Sin embargo, nunca regresó.
Pocas horas después, el esposo y la madre de Diana comenzaron a recibir mensajes de texto exigiendo 250 mil pesos como rescate. Los mensajes incluían fotografías donde la mujer aparecía con los ojos vendados y un audio en el que decía tener miedo.
Durante los días siguientes, Diana cambió de hotel al menos en dos ocasiones, con el propósito de dificultar su localización mientras mantenía la apariencia de estar secuestrada.
Finalmente, el 2 de diciembre, se trasladó a un último lugar donde, según informes, consumió un medicamento para interrumpir un embarazo de entre 10 y 12 semanas de gestación.
Tras el procedimiento, supuestamente Diana colocó el producto del aborto en una bolsa de tela y lo abandonó en una capilla cercana a la catedral de Tehuacán.
Posteriormente, utilizando un teléfono prestado, contactó a su esposo para informarle que supuestamente había sido liberada por sus captores.
Las autoridades locales han iniciado una investigación para esclarecer los hechos, en la que se contempla la posible comisión de delitos como simulación de secuestro, fraude y abandono de restos humanos. Además, se analiza si hubo alguna afectación emocional y económica a las personas implicadas, especialmente su familia.