Tetela Ocampo cumple y conmemora 159 años de la batalla de Tzontecomapan

En este combate las tropas republicanas del general indígena con Francisco Lucas, junto con otros cinco soldados mexicanos y pese a la desventaja numérica, vencieron a más de mil combatientes austro belgas y colaboracionistas mexicanos.

El conocido general contó con el apoyo del coronel Juan C Bonilla y, de los entonces capitanes, Lauro Luna, Tomás Segura, Manuel Molina y Luis Antonio Díaz; no solamente fue defender la República, sino que esta batalla también llamó la atención del entonces emperador Maximiliano de Habsburgo.

Para contextuar la importancia de la refriega, es necesario recordar que el 8 de abril de 2020, Tetela de Ocampo logró la denominación “Tres veces heroica”, que debe usarse en toda la documentación oficial, imágenes o leyendas emblemáticas de carácter público de este municipio, por decreto de la LX legislatura del congreso del Estado.

El primer hecho histórico fuera batalla del 5 de mayo de 1862, cuando ciudadanos de Tetela de Ocampo, Puebla, tuvieron una participación destacada durante la Guerra de Reforma e Intervención Francesa como parte del Sexto Batallón de Guardia Nacional del Estado de Puebla, creado en 1861 por un Tetelense, el General Juan Nepomuceno Méndez.

El segundo hecho histórico ocurrió el 16 de julio de 1865, con la llamada “Toma de Tetela”, en un hecho inusitado en la historia militar de México: el Cuerpo Imperial de Voluntarios Austriacos comandados por el conde Franz Graf Thun-Hohenstein atacaron simultáneamente las poblaciones de Tetela de Ocampo, Xochiapulco y Ahuacatlán (esta última perteneciente a Zacatlán).

¿Cómo fue la batalla de Zontecomapan?

El tercer hecho que le dio nombre de “tres veces heroica”, ocurrió el 20 de octubre de 1865, Juan Francisco Lucas quién se encontraba en Tlaxcantla, recibe a un mensajero que le avisa de un contingente numeroso proveniente de San Esteban Cuautempan, de unos 800 austriacos, acompañados por auxiliares mexicanos traidores, que sumaban en total más de mil hombres iban subiendo rumbo a Taxco, seguramente para unirse con sus fuerzas de Zacapoaxtla.

Lucas, de inmediato, se movilizó y organizó junto con Bonilla un plan de emboscada con los 600 hombres que contaba en ese momento y los envía a la cumbre del cerro “Ocotal Seco” para verificar los movimientos del enemigo.

Los imperiales confiados por una información falsa dada con intención por los patriotas serranos al espía traidor Matías Franco, que decía que Bonilla y Lucas se habían movilizado hacia Papantla, subieron por una trampa natural.

Una barranca profunda que tenía altas paredes rocosas cubiertas por espesos bosques a los lados, el lugar era conocido como «Zontecomapan» (proveniente del náhuatl tzontecomatl=cabeza cortada y apartada del cuerpo (Molina) + apan, sobre el agua, río: “Cabeza sobre el agua” o «Cabeza de río» o río de sangre en términos simples), ubicado entre las comunidades de Taxco y Ometépetl pertenecientes a Tetela (a unos 23 kilómetros).

La instrucción a la tropa y en vista de que se carecía de municiones fue de disparar cuando tuvieran al enemigo a unos pasos, ya que solo tenían un solo tiro por arma y no se podía fallar, después de ello se tenía que atacar con piedras, palos o machetes, pero obtener la victoria sin excusa alguna.

Fue una derrota contundente y sangrienta para los invasores, quizás la más desastrosa para la legión austrohúngara e imperiales colaboracionistas, según se lee en el documento de exaltación de la LX legislatura.

Desde esta fecha el propio General Lucas bautizó este lugar con el nombre Zontecomapan, por todas las cabezas de austriacos y traidores que cayeron en este lugar. Los cadáveres de los soldados imperiales fueron enterrados en fosas comunes en el lugar donde actualmente están las escuelas.

Conmemoración

Fue bajo este contexto, los ediles de Tetela de Ocampo, Zacapoaxtla y Xochiapulco, Oscar Méndez Díaz, Margarito Rojas y Mariano Ortuño respectivamente, acompañados de Ramon Vergara, coordinador del colectivo “Comité de Descendientes del 6º atallón de la Guardia Nacional de Puebla” y Luis Eduardo Torres Molina, presidente de la Sociedad de Defensores de la República Mexicana y sus Descendientes A.C