Aunque tras la declaratoria de Puebla como Patrimonio Mundial de la Humanidad se prohibió a las unidades del transporte público, camiones de carga, tractocamiones y autotransportes circular o hacer base para evitar daño a las avenidas del Centro Histórico, hasta 60 autobuses de turismo foráneo y 16 turibuses y tranvías de entre cinco a 15 toneladas de peso transitan en el corazón de la ciudad, lo que provoca congestionamientos viales y maltro a los pavimentos y adoquines.  

Jorge Vera Zenteno, especialista en Geotecnia del Colegio de Ingenieros Civiles del estado de Puebla, y un segundo ingeniero que se reservó su nombre, reconocieron que los vehículos de turismo, pipas y vehículos particulares causan daño a las avenidas en mayor o menor medida, por lo que el primero propuso hacer peatonal todas las calles que conforman el perímetro del zócalo para evitar daños a los adoquines. 

Transporte público dejó de circular en el primer cuadro por declaratoria de la Unesco

Tras la declaratoria de la Unesco en 1987 que consideró al Centro Histórico de Puebla como Patrimonio Cultural de la Humanidad, el transporte público dejó de circular por el primer cuadro de la ciudad. 

Por ello, se establecieron reestricciones en el Coremun para este tipo de vehículos como se lee en el artículo 265 del mecionado ordenamiento que señala que “para el transporte público el Centro Histórico será únicamente de paso, por lo que está prohibido hacer base y/o uso de reloj checador”.  

En el artículo 281 de dicho documento se establece que “para evitar que las unidades causen daños en las vías públicas del Centro Histórico y zona de Monumentos únicamente podrán circular autobús y camión unitario con un peso total 23,000 kilos -equivalentes a 23 toneladas con la carga incluida-; largo máximo: 14 metros; ancho máximo: 3.5 metros; altura máxima desde la superficie de rodamiento: 4 metros y ancho máximo de la carga que se transporte: 2.5 metros”. 

El mismo documento establece en su artículo 283 que el tractocamión articulado y el tractocamión doblemente articulado solo podrá circular en vías primarias previa solicitud de permiso y autorización del ayuntamiento, quien determinará las rutas y horarios en que podrán hacerlo”.  

Hasta 60 autobuses de turismo se estacionan en Analco y circulan por el CH

En contraste, hasta 60 autobuses de turismo foráneo y 16 turibuses y tranvías, con pesos de entre cinco a 15 toneladas, transitan por las principales calles del Centro Histórico sin ninguna restricción y algunos hacen base en el zócalo.  

Alejandro Cañedo Priesca, secretario de Economía y Turismo, reveló que se han contabilizado hasta 60 autobuses de turismo estacionados en el Barrio de Analco y en un aparcamiento ubicado en el Bulevar 5 de Mayo denominado “Bubas”, la mayoría de los cuales circula por el Centro Histórico para llevar y traer turistas a los hoteles donde se hospedan.  

Indicó que se trata de grupos de visitantes que provienen principalmente del centro y del norte del país que llegan en excursiones a la ciudad los días martes, miércoles o los fines de semana.  

Adicionalmente, en la plancha del zócalo se estacionan hasta 16 turibuses y tranvías que recogen a turistas y los llevan a recorridos por la zona de monumentos y calles del Centro Histórico. 

Se trata de vehículos que pertenecen a las empresas ADO (los llamados turibuses); TIPS (Tranvías de Leyendas); Turísticos Poblanos (Tranvías por los barrios antiguos) y Estrella Roja (Turistep).   

En un recorrido por la plancha del zócalo durante este periodo vacacional se observó que entre los llamados turibuses, que tienen las dimensiones más grandes y pesan hasta 15 toneladas- así como los tranvías, que tienen hasta cinco toneladas, provocan congestionamientos viales en el zócalo de Puebla sin que agentes de tránsito los restrinjan.  

Al momento del recorrido había estacionados hasta tres tranvías y un turibús sobre la 2 Sur frente a la principal plaza pública de la ciudad, los cuales incluso se detienen en doble fila para bajar y subir personas, lo que impide la circulación fluida de automovilistas. 

En ese momento una de esas unidades se le cruzó a otra y la mitad del primero de estos vehículos quedó en el arroyo vehicular, mientras los turistas que venían a bordo descendían de la unidad.   

Asimismo, en calles como la 2 y la 5 Oriente-Poniente, el primer tipo de autobuses turísticos, es decir, los que vienen de otras ciudades y estados del país también provocan congestiones viales al permitir el arribo y descenso de turistas que se hospedan en los hoteles que se encuentran en estas avenidas.   

Según la fracción VIII del artículo 775 del Código Reglamentario Municipal  “no se permitirá el estacionamiento de camiones de carga, mudanzas, autobuses foráneos y suburbanos en las calles o plazas deberán tener su propio estacionamiento fuera del Centro Histórico, Áreas Patrimoniales y Monumentos y sólo se permitirá el estacionamiento de autobuses escolares y de promoción turística, durante el ascenso y descenso del pasaje”.  

Con base en dicha normatividad, estaría prohibido que los turibuses hagan base a un costado de la plancha del zócalo.   

Sin embargo, Cañedo Priesca subrayó que en su momento formó parte de un análisis en el que se determinó que los autobuses turísticos, el tranvía y el turibús tienen pesos menores que las pipas de agua o gas, tras lo cual se logró que regresaran a la plancha del zócalo luego de que en 2017 se les impidió el estacionamiento como consecuencia del sismo de ese año.  

 Justificó la determinación como una forma de favorecer el turismo en el primer cuadro de la ciudad, la cual se puede visitar a bordo de estos vehículos y tienen una experiencia diferente.  

Especialista propone hacer peatonales las calles del perímetro del zócalo

Dos especialistas consultados por La Jornada de Oriente coincidieron que el paso constante de estos vehículos podría provocar daños en los pavimentos y adoquinados de las avenidas, debido a que tienen un peso de entre cinco a 20 toneladas, además de que generan congestionamientos viales. 

Jorge Vera Zenteno, especialista en Geotecnia del Colegio de Ingenieros Civiles del Estado de Puebla, subrayó que por su tonelaje los vehículos de turismo pueden causar daños a las avenidas.  

Reveló además que la mayor parte de las avenidas del Centro Histórico de Puebla capital tienen bases asfálticas que ya no cumplen con las normas actuales, debido a que carecen de subrasante -que es un material que tiene una calidad para conformar una estructura de pavimento- y de base hidráulica, lo que los hace susceptibles a dañarse con mayor facilidad.  

No obstante, subrayó que 80 por ciento del aforo vehicular en el Centro Histórico está compuesto por automóviles pequeños y solo el 10 por ciento lo constituyen los autobuses de turismo, por lo que los primeros podrían causar más daño a los pavimentos.  

“Se debe hacer un estudio de aforo vehicular para determinar cuáles son las zonas donde predomina más del daño por el paso de los vehículos. Y de esta manera determinar si hay grietas o fracturas en las lajas o se trata de deformaciones. Si hay una deformación excesiva puede ser por una repetición consecutiva de carga, si es fractura pueden ser otros factores que provoquen la afectación”, indicó.