Salones de fiestas en Puebla prevén alcanzar recuperación hasta el 2023
Los empresarios expusieron que por necesidad flexibilizaron sus costos con tal de alcanzar la recuperación, aunque los gastos en servicios de luz y agua no bajaron, así como la contratación de personal para los banquetes.
Hasta el 2023, los más de 1,500 salones de fiestas que hay en la Angelópolis y su zona conurbada prevén una recuperación al 100%, ya que de 80 eventos que tenían al año por lugar antes de la pandemia por Covid-19, durante el presente año apenas tuvieron en promedio 30 fechas apartadas, dijo Daniel Pérez Varela, presidente de la Asociación Poblana de Salones Sociales y Jardines para Eventos (Apsaje).
Expuso que el sector está preocupado por la situación, ya que fueron de los últimos gremios en poder reabrir a 100% a partir de enero pasado, ya que antes sólo funcionaban a la mitad de aforo para cumplir con las restricciones sanitarias.
Indicó que hasta septiembre del año pasado estuvieron cerrados por más de un año y cinco meses y luego los dejaron funcionar de manera parcial, lo cual no ayudaba, porque quienes contrataban los salones pedían que se les cobrara menos si solo iban a permitirles tener pequeños grupos de invitados.
En este tenor, recordó que muchos empresarios por necesidad flexibilizaron sus costos con tal de volver a funcionar, aunque los gastos en servicios de luz y agua no bajaron, así como la contratación de personal para los banquetes.
“Apenas con los eventos que se empezaron a realizar había una mínima recuperación, pero lo importante era regresar o cerrar en forma definitiva, ya que para muchas familias era su modus vivendi al tener ingresos por fiestas en fines de semana”, ahondó.
No obstante, recordó que entre 18 y 20% de los establecimientos del giro en la capital poblana y la zona conurbada cerraron de manera definitiva, debido a las restricciones que se impusieron por la crisis sanitaria.
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Pérez Varela destacó que esta industria en temporadas altas, como graduaciones escolares y durante el fin de año, generaba ingresos de hasta 180 millones de pesos, además de sumar más 20,000 empleos directos, entre meseros, cocineros, vigilantes, administrativo, así como personal indirecto que complementa los servicios, como organizadores de fiestas, productores de alimentos, bebidas, grupos musicales, maquillistas, floristas y alquiladoras.
Reiteró que aun los establecimientos dedicados a eventos sociales, se encuentran en una situación complicada desde que inició la pandemia, porque son pocos los eventos concretados, cuando lo ideal sería que pudieran llegar aunque sea a 70% de fechas vendidas.
Confío en que para el próximo año se aumenten las contrataciones, para evitar más quiebras y que no se generen empleos.
Fuente: El Economista